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La pregunta generalizada que se hacen los que tienen un primer contacto con el tarot es:

¿Puede ser que alguien mirando una carta pueda saber qué es lo que me pasa o me pasará?

MAGIA

Hay muchos mitos alrededor de esta técnica o arte, hay personas que consideran que quien "tira las cartas" posee un don, otorgado por alguien superior, que le permite lograr una conexión que los demás no pueden lograr. Seguramente que quien no conozca la técnica pensará esto o, en su defecto, que todos aquellos que las leen son estafadores o locos.

Siempre la ignorancia tiene estos juicios, me refiero a la ignorancia elegida, ya que ni siquiera se molesta a investigar cómo funciona, se apoyan en una palabra para defenestrar toda una técnica o exclaman el típico:
"¿No tendría que saber todo lo que me pasa?" confundiendo al tarotista con una PC programada con su vida, que cuando la prenden comienza a hablar y le dice hasta su Nº de documento.

El tarot es como un libro; en lugar de palabras está compuesto por imágenes y símbolos que representan personajes y situaciones. Como
"una imagen vale más que mil palabras", no es extraño que se recurriera a dibujos o pinturas, representando situaciones, que hicieran más fácil y rápida su comprensión, trascendiendo el lenguaje y el idioma. Aunque luego, como en el caso del tarot, se le agregaran signos para complicarlas (en algunos casos) o símbolos para ampliar su mensaje "oculto"

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LA BOUTIQUE DEL TAROT

En algunos círculos se lo llama "El libro de la vida" y a su interpretación, "lectura del tarot". También se lo denomina "oráculo" porque se dice que las cartas "hablan" a quien las interpreta, dependiendo de este, su aptitud y conocimiento la variable interpretativa. Es muy difícil que dos tarotistas observen lo mismo en una lectura, sí en el concepto general, pero agregándole su toque personal que le permite ampliar determinadas áreas según su intuición se lo marca.

Antiguamente se decía que quienes leían las cartas eran capaces de decirle a alguien su
"buenaventura". Y aquí comienzan los problemas, porque a "decir la buenaventura" se la asocia con una práctica que tiene que ver con "predecir el futuro", o "la buena suerte", a través de distintos elementos: cartas, bola de cristal, manos, etc. y caeremos, indefectiblemente, en la generalización del nombre del grupo que las engloba: MANCIAS.

La palabra
"mancia" significa "adivinación" y de acuerdo a la voz que la compone es el método utilizado para la predicción, por ejemplo: cristalomancia, mediante espejos mágicos o bola de cristal; cartomancia, a través de las cartas, etc. y cuya interpretación depende del operador y su código, muchas veces personal.

Ahora,
¿el tarot es entonces lo mismo que Cartomancia?

NO, en la Cartomancia la lectura depende de la interpretación que haga el operador y su percepción personal; en cambio, las cartas de tarot incluyen personajes, figuras y símbolos, de variada procedencia, que requieren un análisis especial, es decir, agregan técnica a la intuición. Normalmente los cartomantes no siguen un lineamiento teórico y utilizan las cartas comunes de juego, a veces sin necesidad de estar completo.

Por otra parte, el mazo completo de tarot, generalmente, consta de 78 cartas. El bloque más importante del tarot está integrado por 22 figuras principales, cuyo diseño dependerá del mazo elegido. A estas figuras se las denomina
Arcanos Mayores, también conocidos como triunfos, y a las restantes, arcanos menores.

Boutique del tarot

EL TAROT Y SUS MISTERIOS

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De acuerdo con la Psicología analítica, los Arcanos Mayores pueden considerarse como símbolos universales o arquetipos de la psique.

Los
arcanos menores están compuestos, en la mayoría de los mazos, por los 4 palos de la baraja común: bastos (tréboles), copas (corazones), espadas (picas) y oros (diamantes). A su vez, cada palo consta de 14 cartas: rey, reina, caballo, sota y 10 cartas numeradas del 1 al 10, y simbolizan los acontecimientos que se le presentarán al consultante.

Hay innumerables mazos de tarot, de distinta procedencia y diseño. En cada mazo se pretende reflejar un periodo de la historia
(lo que no significa que el mazo sea originario de esa época), o una creencia. La vestimenta y las figuras varían de acuerdo al lugar, la época o creencia representada. Si es el tarot egipcio, tendrá símbolos egipcios; el marsellés, medievales; el angélico, ángeles, etc.

Pero generalmente, cualquiera sea el mazo, la interpretación primaria es la misma
(por lo menos en el caso de las figuras principales) y si no es así, parecida. Siempre se trata de agregar a un significado básico, la mayor cantidad de elementos para permitir una interpretación más completa. Cada detalle es una pieza de un rompecabezas que debe recomponerse con paciencia.

Aquí es necesario formular una advertencia esencial: es imprescindible tener presente los alcances y limitaciones del Tarot con el propósito de evitar que se lo desvirtúe con manejos deshonestos.

La función primaria del tarot es ORIENTAR al consultante sobre las opciones que se le presentan en la tirada, tratando de encontrar la más adecuada para resolver su problemática.

La función del tarotista es MOSTRAR al consultante los aspectos positivos y negativos de la situación, para que pueda prevenirse contra posibles inconvenientes, y aprovechar las ventajas que se le presenten, nunca DECIDIR qué debe hacer el consultante. Una vez presentados los pro y los contra de la situación, la decisión corre por cuenta de quien realiza la consulta quien optará por la que más le acomode aunque no sea la indicada.

La pregunta que quedaría pendiente podría ser:
¿Qué busca la gente en el tarot?, tanto el consultante como el consultado.

El consultante, habitualmente, busca alguien que le ayude a saber algo más de sus problemas
(o la fórmula mágica para resolverlos). Pero hay infinidad de tipos de consultantes de variada actitud. Está también el que quiere conocer algo más de si mismo y recurre a otra persona que lo ayude a interpretarse (son los menos).

En ocasiones, aparece el que va a
"tomar prueba" a quien le "tira las cartas" y le dice a todo que no, pero sabiendo que algunas cosas son así; y también, los que van a escuchar lo que quieren oír y, si no se lo dicen, el intérprete no sabe nada, y van a consultar con otra persona hasta escucharlo.

Por último, está aquél que, no encontrándose en ninguna de las dos posiciones
(ni consultante ni consultado), dice ¡eso es todo mentira, yo no creo en nada! y en realidad tiene miedo, ¡a ver si le dicen algo que él no quiere reconocer! En estos casos, siempre hay una opción: si no le gusta el tema no vaya, pero no denigre lo que no se ocupó siquiera de saber de qué se trata.

El verdadero tarotista, sea hombre o mujer, tiene vocación de servicio
(ser útil a alguien a través de sus conocimientos). He conocido algunas personas que han realizado estudios de psicología solamente para poder dirigirse al consultante más correctamente. Se prepara minuciosamente para esa difícil tarea: tratar de ayudar con sus herramientas a la persona que viene angustiada por algún problema, o también, por qué no, a aquella que solo quiere saber de qué se trata antes de darle la importancia que reviste al servicio que solicita.

Llegando a este punto, hay que aclarar el tema del pago de la consulta, mucha gente dice que si es un servicio no se debe cobrar por ella, nada más acomodaticio. El tarotista cobra el tiempo que le dedica a esa persona
(también tiene que vivir), sus estudios se los pagó de su bolsillo, al igual que el material de lectura o los mazos de cartas, sin contar el tiempo que invirtió en todo ello.

Otras personas también cobran sus servicios y, para no realizar comparaciones y que nadie se desgarre las vestiduras, no vamos a nombrar a psicólogos, médicos y demás. Simplemente vamos a enumerar los servicios públicos más comunes: teléfono, gas, luz, transporte. Todos cobran un arancel, entonces ¿por qué el tarotista no lo va a hacer? Si pagamos la luz que nos alumbra para leer, porque no vamos a abonar la luz que alguien puede echar a nuestra oscuridad interior y que no nos deja ver el camino más adecuado a seguir en una situación. Es una cuestión de lógica pura.

También hay que reconocer que muchos otros toman esta técnica como un modo de subsistencia o trabajo. Eso no va en desmedro del tarot, siempre y cuando no trate de jugar con la credulidad de la gente en su propio beneficio, estafando al consultante con falsas situaciones para manipularlos y hacerlos dependientes de sus servicios. Hay de todo, como en todas las áreas de la vida.

Manejado con honestidad, el tarot puede brindar muchos servicios, tanto en la vida cotidiana o en la evolutiva, permitiendo saber algunas cosas que le sirva al consultante para sortear las etapas que la Señora Vida les coloca adelante como parte de su aprendizaje vivencial, dependiendo de cada uno tomarlo o dejarlo y será allí donde comprobará si aprendió la lección o no.

Más notas sobre tarot en:

tarotenlaweb.blogspot.com.ar

Extraído del curso
"El Tarot y sus Misterios"

tarotmisteriosdevelados.blogspot.com.ar

oraculosmisteriosdevelados.blogspot.com.ar

labrujalilith@gmail.com

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