Volver al índice

Siempre me ha llamado la atención la necesidad de la gente de colocar todo lo bueno por fuera y por arriba de ellos: el cielo bueno, la tierra mala, en el cielo se encuentra el Paraíso, en la Tierra, el infierno…

Muchos se unen a religiones sin medir ninguna consecuencia, sin razonar las cosas, temerosos del castigo divino. Actúan como buscando un salvavidas, dando limosnas
(en algunos casos bastante suculentas) que les permita reservar un lugar en el Cielo y creyendo cualquier cosa que les digan.

Otros buscan en lo esotérico su salvación
(en algunos casos su escape) de la vida que les toca vivir, escudándose permanentemente en frases hechas, esperando que les caiga de arriba una ayuda: "Dios proveerá", expresan, pero se olvidan otras frases del tipo de "Ayúdate que te ayudaré"!

Si leen el tarot, reciben la información porque
"se abre un canal con el cosmos y seres superiores les pasan la información", información que cualquier persona que se dedique a mirar las imágenes también puede dar, pero es más importante que provenga "de arriba", tiene más valor, como si se considerara un elegido por recibirla.

Producen un fenómeno no muy común (para ellos) y ya lo toman como un "don", algo que vuelve a diferenciarlo de los demás, en algunos casos lo llaman "poderes". Eso si, cuando se les dice que esa fenomenología es más común de lo que creen, y que los producen las personas en un momento determinado de su vida o en un estado emocional particular, ya no escuchan, es como si les rompieran "su magia", entonces acusan a quien trata de explicarles algo de "racionalistas", como si fuera un descrédito, como si poner en funcionamiento una de las posibilidades de diferenciación de los demás animales (el razonamiento según los científicos) fuera algo anormal, fuera de los "designios de Dios".

Ni hablar de la magia donde prefieren
"rodearse" de multitud de seres, entes, etc. sin siquiera intentar comprender que quizás la magia sea simplemente lograr lo que uno busca confiando en si mismo, ejercitando su voluntad y accionándola, y así comenzar a poner en marcha ese engranaje que es la vida, como aquel mago que mira en su mesa con qué cuenta para salir adelante y lo utiliza en la búsqueda de obtener lo que desea.

Siempre se busca en lo esotérico sin pensar que para comprender lo esotérico primero hay que hacerlo con lo exotérico, "como es arriba es abajo" y viceversa: los opuestos pero complementarios, el yin y el yang, las columnas de la sacerdotisa (Jakin y Boaz) que representan la dualidad complementada, etc.

¿Tan difícil es buscar el término medio y no intentar que todo
"venga de arriba"?. Nuestros pies son atraídos por una de las grandes fuerzas de la naturaleza, como es la fuerza de gravedad, que impide que estemos flotando por el espacio, pero no lo suficiente como para no poder levantar los brazos hacia el cielo. ¿Esto no será una señal? ¿No estará indicando que una persona equilibrada debería buscar lo intermedio entre la espiritualidad y la materialidad: la cabeza en el aire, pero los pies en la tierra?.

¿Quién dijo que no se puede estudiar esoterismo sin razonar? ¿Cuántos misterios antes llamados ocultos fueron develados de esa manera y cuántos faltan aún? ¿Las sociedades secretas no comenzaron con un grupo de personas que tenían por objetivo compartir conocimientos y analizar e investigar otros temas de su interés?

Siempre estamos pendientes de lo que dijo tal o cual autor y eso es tomado como palabra santa solo porque lo dijo él, sin analizar en qué momento histórico fue escrito y qué elementos contaba para analizarlo.

¿Por qué buscar innumerables complicaciones si puede estar refiriéndose a cosas sencillas, solo que el lenguaje de la época no es comprensible para nosotros? La
Creación es sencilla, la Naturaleza también, que nosotros no la comprendamos, porque preferimos enredarlas con palabras rebuscadas, es otra cosa.

Quizás por todo lo antedicho, me sienta identificada con la frase de Buda que dice:

No creáis en cosa alguna
por el hecho que os muestren el testimonio escrito de algún sabio antiguo.

No creáis en cosa alguna
sobre la base de la autoridad de maestros y sacerdotes.

Aquello, sin embargo, que se encuadre en vuestra razón,
y después de minucioso estudio fuese confirmado por vuestra experiencia,
conduciendo a vuestro propio bien y al de todas las cosas vivas:

eso debéis aceptar como verdad.

Ajustad a eso vuestra conducta.

                                                                              Cakia Muni
                                                                                       Buda

labrujalilith@gmail.com

(arriba)